El potencial de renovación urbana de la Supergráfica lleva al italiano Gianni
Pettena a convertir el “Palazzo d’Arnolfo
a San Giovanni Valdarno” en un “Monumento
segnale” en 1968 para la muestra del Premio Masaccio, a partir de la
instalación de cartones pintados con líneas diagonales blancas y negras en la fachada del palacio, convirtiéndolo en
foco visual de la plaza (en un lugar como el centro histórico de Florencia, en
el que el monumento ya no supone un hito sino una continuidad) y transmitiendo
la capacidad de intervención en el tejido urbano histórico (influenciando a
propuestas posteriores como “Transformazione
dei monumenti Bolognesi” (1969) de Lorenzo Cremonini), y reivindicando la apropiación del espacio
público de la ciudad.
"El arquitecto Gianni Pettena había de esta manera, con
inteligencia y humor, invertido lo habitual: el antiguo palacio/monumento
renacentista se convertía en una compacta señal, el volumen arquitectónico se
reducía a la bi-dimensionalidad de la fachada; la lectura de los diversos
elementos arquitectónicos, pórtico, galería y torre, se concentraba en una
visión gráfica unitaria; el interior se uniformaba con el exterior, dónde se
exhibían otras obras, el contenedor de la muestra y sus funciones se
convierten, en definitiva, en objetos y experiencia visiva al mismo tiempo.”[1]
(Tommaso Trini, 1968, p.56)
[1] “L’architetto Gianni Pettena
aveva cosí, con intelligenza e ironia, ribaltato qualche abitudine: il vecchio
palazzo monumento rinascimentale diventava un segnale compatto, il volumen
architettonico si riduceva alla bidimensionalitá della facciata; la lettura dei
diversi elementi, porticato, loggia e torre, si concentrava in una simultanea
visione grafica; l’allestimento interno si uniformava con quello esterno dove
sostavano altre opere; il contenitore della mostra e le sue funzioni diventano,
insomma, essi stessi ogetto e esperienza visiva.”
Trini, Tommaso:
“Masaccio a UFO”, en: Domus 09/1968, nº466, 1968, p.56.
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