Mostrando entradas con la etiqueta futuro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta futuro. Mostrar todas las entradas

5.1.15

PREDICCIONES ARQUITECTÓNICAS (I)

La aparición de la etiqueta “Futuro” en la difusión  arquitectónica.


A partir de 1851, coincidiendo con la  “Great Exhibition of the Works of Industry of all Nations” de Londres[1], las exposiciones nacionales se internacionalizan, adquiriendo un carácter global y convirtiéndose de esta manera en exhibiciones del poder industrial, comercial y creativo de los países participantes, en instrumento de proyección política y de imagen del país organizador así como en facilitadoras de iconos urbanos, como la "Torre Eiffel" o de extraordinarios hallazgos como el del “Crystal Palace” (1851) de Paxton. Es  interesante comprobar la hibridación que se genera en estas exposiciones entre la incorporación de nuevos productos como la luz eléctrica, la industrialización o los nuevos sistemas de comunicación y los elementos históricos de las culturas locales que presuponen la dicotomía contemporánea entre local y global, y de la que por supuesto estas exposiciones no son un gran ejemplo al “revisitar” las tradiciones locales la mayor parte de las veces a través del pastiche y el cartón piedra. Esta dicotomía vendrá siempre asociada a la idea de progreso, construyendo así paisajes divergentes que van desde el suntuoso “Palais du Electricite” de Edmond Coignet en la Exposición Universal de París (1900) como gran pastel de bodas conmemorativo de esa nueva “Electricidad” hasta las réplica “Cliff Dwellings” de la Exposición de St.Louis (1904), reconstrucción de las viviendas excavadas por los indios norteamericanos en los cañones del Mid-West, exterminados y convertidos en icono al mismo tiempo. Esta idea de progreso germinal, llega a su culmen en 1933 con la Exposición de Chicago “A Century of Progress Exposition”, y con ella, una serie de experimentos en torno a lo que debería ser la “Arquitectura del Futuro”, derivados de la tensiones sociales de la época generadas por el ascenso de regímenes totalitarios en países de la vieja Europa.

“En la década de 1930, Estados Unidos había abandonado el clasicismo, ahora asociado con el fascismo en lugar de la democracia, en favor de una racionalización    y modernidad para una nueva cultura de masas,  que implicaba un progreso en el          mundo libre. La arquitectura futurista fue el sello distintivo la ‘A Century of Progress,     International Exposition’  celebrada en Chicago en 1933”[2] (Jackson, 2008, p.59)


En esa Exposición de 1933, aparece la “House of Tomorrow” de George Fred Keck, visitada por más de 750,000 personas durante la feria y popularizada en medios de comunicación como la “America’s First Glass House” al considerarla como la primera “Casa del Futuro” con relevancia internacional, a pesar de haber sido denominada como “Casa del Mañana” y todavía no explícitamente “del Futuro”. Keck propone de esta manera una cubierta plana, diseño modular, industrialización, sistemas pasivos de climatización y mucha iluminación. Una industrialización y luminosidad auspiciadas por las industrias del aluminio y el vidrio, como alternativas de un futuro de la vivienda muy rentables. De esta manera, las etiquetas “progreso” y “mañana” anticipan la palabra “Futuro”, que se convierte en gran protagonista de la “New York World’s Fair” de 1939 en Nueva York, cuyo tema principal es “Building the World of Tomorrow” ("Construyendo el Mundo del Mañana"), y en la que varias propuestas se disputan el sobrenombre esta vez de “Ciudad del Futuro”, “Democracity” de Henry Dreyfuss y “Futurama” de Norman Bel Geddes y Albert Kahn, para la General Motors. Ambas fueron la segunda y primera exposición más visitadas de la feria, las cuales presentaban un futuro urbano dominado por el automóvil en las que, además de la General Motors, otras marcas de automóviles o de componentes para ellos, como Chrysler, Ford o Firestone tenían pabellones propios en la feria dentro de la denominada “Transportation Zone”. Desde entonces las viviendas y ciudades del futuro se suceden en las posteriores Exposiciones Universales, incluso a partir de ejemplos construidos y realmente habitados como el icónico Habitat de Montreal’67 diseñado por Moshe Safdie.










[1] Ver: FINDLING, J.E; PELLE,K.D. Historical Dictionary of World’s fairs and Expositions 1851-1988. Greenwood Press, Nueva York, 1990.

[2] “By the 1930s the United States had abandoned classicism, now associated with fascism rather than democracy, in favour of a streamlined, mass-appeal modernism that implied progress in the free world. Futuristic architecture was the hallmark of the A Century of Progress, International Exposition held in Chicago in 1933”

JACKSON, Anna. Expo. International Expositions 1851-2010. V&A Publishing. Londres, 2008. p.59.

11.12.14

SOBRE EL PASADO DEL FUTURO (I)

“Es porque no conocemos bien el presente ni sabemos estudiarlo, que nos esforzamos en estudiar el porvenir.” [1] (Pascal, 1656, p.20)

 A pesar de no ser ésta una investigación puramente histórica, por las razones citadas anteriormente, veo necesario hacer una pequeña introducción sobre la producción histórica de visiones de futuro con el objetivo de proveer un contexto histórico mínimo al desarrollo de esta tesis.

“La noticia de una turba de gente sin trabajo se aglomera ante el ministro de Transportes, desaloja el Big Ben con fuego de mortero y se disponía a destruir la BBC, alarmó tanto a algunos radioyentes el 16 de enero de 1926, que acudieron al teléfono a fin de cerciorarse. Unos doce años más tarde, un susto semejante se produjo en los Estados Unidos después de un informe radiofónico acerca del aterrizaje de los marcianos en la Tierra, cundiendo también un gran pánico. El hecho de que la causa de ambos pánicos fuera una fantasía profética, en el primer caso hecha por el padre Ronald Knox, en el segundo por H.G. Wells, fue una indicación de cómo las visiones del futuro reflejan tensiones emocionales colectivas en nuestro propio presente” [2] (Armytage, 1968, prólogo)

 Un futuro generador de mitos

 Desde los primeros hallazgos escritos, aparece un interés primigenio del hombre por intentar planear su futuro como vía de escape a esas tensiones sociales citadas por Armytage, ya sea desde la perspectiva de los profetas judíos que proclamaban la misión del país a través de la futura venida de Yaveh, cresmólogos griegos como Calcas y su predicción sobre cuanto duraría la guerra de Troya, los famosos augures romanos e incluso mediante personajes inventados como el mago Merlín, popularizado a partir del siglo XII por Geoffrey de Monmouth, cuyas profecías, esperanzas y creencias contribuyeron al auge del orgullo nacional sajón. Salvo raras excepciones, entre las que destacaría "La República" de Platón y la construcción de un tipo de comunidad ideal que supuso el monasterio de St.Gallen de los monjes benedictinos[3], esas primeras visiones de futuro iban más encaminadas a la creación de seres extraordinarios, desencadenantes apocalípticos, leyendas fantásticas, mitos, pseudo-paraísos e incluso herramientas de control político, que a la generación de nuevos sistemas sociales, culturales o tecnológicos como alternativas de futuro.

 La redefinición de la Utopía como motor de futuro

 Será Tomás Moro con su famoso libro “Utopía”[4] (1516) quién gestione el inicio del denominado programa utópico a través del personaje de Raphael Hythloday y su estancia durante cinco años en la isla de “Utopía”, término que juega con la ambigüedad entre el no-lugar y el lugar mejor, generando de esta manera un modelo de sociedad más avanzada, cuya característica más destacada y diferenciadora será la abolición del dinero como forma de critica al sistema existente. Esta “Utopía” de Tomás Moro representa según Fredric Jameson una de las mejores definiciones del enclave utópico o programa utópico[5], diferenciado del impulso utópico[6],  al regirse por una ley de cierre, en este caso una isla exótica apartada del mundo conocido y una sistemática que asume la categoría de totalidad, al producirse una secesión radical con el sistema preestablecido. Es a partir de aquí que aparecen nuevas manifestaciones utópicas, generalmente relacionadas con la idea de progreso y materializadas a través de viajes extraordinarios a lugares aún inexistentes[7], para la construcción de nuevas realidades sociales paralelas a la existente. De esta manera aparecen enclaves utópicos como “La città del sole”[8] (1602) de Tommaso Campanella, que plantea una nueva organización basada en la generalización del espacio del monasterio, o la “Bensalem” [9] (1626) de Francis Bacon, bajo la misma formalización de Moro de isla exótica aún por descubrir en la que el hombre busca las causas y efectos de las fuerzas de la naturaleza así como la expansión de su propio poder. Ambos enclaves, representan junto a la “Christianopolis” (1619) de Andreae, una visión más contemporánea de un futuro fundamentado en el progreso científico, como claramente este último solicita para el barrio central de su nueva república:
  
“Todo lo que la Tierra contiene en sus entrañas está sujeto a las leyes e instrumentos de la ciencia… A menos que analices la materia por medio de experimentos, a menos que corrijas las deficiencias del conocimiento por medio de instrumentos más adecuados, no tienes ningún valor.” [10] (Andreae, 1619)





[1] PASCAL. Carta VIII dirigida a Mlle. De Roannez. Diciembre 1656. p.20.

[2] ARMYTAGE, W. H. G. Visión Histórica del Futuro. Edicions 62. Barcelona, 1971. Prólogo. Ed. original: Yesterday's Tomorrows: A Historical Survey of Future Societies. University of Toronto Press. Toronto, 1968. prólogo.

[3] Ambos ampliamente referenciados en:

FEUERSTEIN, Günther. Urban Fiction. Strolling through Ideal Cities from Antiquity to the Present Day. Edition Axel Menges. Sttugart/London, 2008.
[4] MORO, Tomás. Utopía. Akal, Madrid, 1997. Ed. original: Utopia. A Fruitful and Pleasant Work of the Best State of a Public Weal and the New Isle called Utopia. Leyden, 1516.

[5] JAMESON, Fredric. Arqueología del Futuro: El Deseo llamado Utopía  y otras aproximaciones de Ciencia Ficción. Akal. Madrid, 2009. Traducción: Cristina Piña Aldao. Ed. original: Archaeologies of the Future: The Desire Called Utopia and Other Science Fictions. Verso Books, 2005.

[6] En: BLOCH, Ernst. The Principle of Hope. MIT Press. Cambridge, 1986. Vol.1, vol.2 y vol.3.

El autor postula un impulso utópico que rige todo lo orientado al futuro en la vida y la cultura; y lo abarca todo, desde los juegos a los medicamentos patentados, desde los mitos al entretenimiento de masas, desde la iconografía a la tecnología.

[7] Resulta muy interesante el cambio de viaje en el espacio a viaje en el tiempo característicos en la construcción del enclave utópico.

[8] “La ciudad del sol”, ideada por Tommaso Campanella está situada en la cima de una gran colina, ceñida por siete murallas enormes, dentro de las cuales estaba encerrado todo el conocimiento humano gestionado por una élite de sacerdotes.

[9] BACON, Francis. Nueva Atlántida. Akal. Madrid, 2006. Traducción: Emilio García Estébanez. Ed. original: Nova Atlantis. Londres, 1626.

[10] ANDREAE, J.V. Christianopolis. The Ideal of 17th Century. Cosimo INC. New York, 2007. Traducción: Felix Emil Held. Ed. original: Reipublicae Christianopolitanae descriptio. Argentorati. Strasbourg, 1619.

8.3.12

El futuro fue Barbarella. 1973 Barbarella Night Club [Studio 65]




Parece que un pequeño pueblo del norte de Italia (Dubbione di Pinasca, cerca de Turín) el futuro sí que fue Barbarella, un maravilloso night club diseñado por los eclécticos diseñadores napolitanos Studio65 (Gianni Arnaudo, Franco Audrito, Atena Sampaniotou y Feruccio Tartaglia). Según cuentan en el proyecto publicado, "su Barbarella" sí que ha cambiado Dubbione di Pinasca... transformándolo en un verdadero viaje sideral al interior de un lugar estelar como si del aterrizaje de una nave milenaria se tratara... Wuooo! No encuentro ninguna información de si esta discoteca sigue existiendo... si alguno sabe algo de ella que lo diga!!!!

Bibliografía
1973 09 Domus Nº526 


24.5.11

Cuando el futuro eran los ROBOTS. MAN PLUS “The Future of the Future” [1969] John McHale



“The automated factory is not only a series of augmented hands but also of extra eyes, brains, and other sensing and control capacities”.

John McHale, uno de los más importantes arquitectos futurólogos, vaticina un futuro robótico que pueda extender las capacidades humanas (ya sea a través de exoesqueletos que mejoren nuestra fuerza y movilidad / sistemas de satélites para una mejor percepción…) que deriven en la generación de un nuevo Super/Hombre.



Fascinado por el concepto de cyborg (término creado por el científico Manfred Clynes), mitad humano / mitad máquina, advierte de la pérdida de diferenciación entre NATURAL o ARTIFICIAL. En su capítulo “MAN PLUS” (dentro del ya citado The Future of the Future [1969]), hace un repaso de las innovaciones robóticas, los nuevos brazos industriales VERSATRAN (1963 AMF Thermatool Corporation) y UNIMATE, Unimation Inc., los sistemas de movimiento HARDIMAN y WALKING TRUCK (sistema que ilustró varios libros de arquitectura (desde publicaciones de Archigram hasta un libro de Prada Poole, y del cual derivan algunos de los primeros trabajos de Stelarc) y nuevas tecnologías de comunicación. Obsesionado también por los riesgos éticos de un futuro robótico e incluso biónico (ver : Henry D.Block y Herbert Ginsberg, “The Psychology of Robots”, Pschycology Today, Communications / Research / Machines / Inc, 1967), advierte del desarrollo de esta tecnología a partir de las necesidades bélicas durante la II Guerra Mundial:


“Considered under the heading of “Man Plus”, it may be placed as an extension of the human nervous system and intelligence. Significantly, basic principles originated during the World War Two period: (1) in developing self-correcting guidance and control, feedback, and mechanisms for antiaircraft guns; (2) in the operations research methods of applying logicomathematical techniques, network theory, and similar systems to problems of military logistics.”


A pesar de ello predice un futuro en el que Hombre y Máquina comiencen un período de NUEVA SIMBIOSIS en pos de un mejor aprovechamiento de los recursos. CUANDO EL FUTURO ERAN LOS ROBOTS!!!!



Bibliografía:

John McHale, “The Future of the Future”, New York, 1969

2.2.11

1973 MICKEY MOUSE El Gran Dictador (El juego Disney como sistema de control) 1973 Royston Landau

“¡Mickey Mouse vive!. En Anaheim, California y Orlando, Florida existen dos de los ambientes artificiales creados por el hombre más meticulosamente regulados que el mundo nunca haya visto. Se llaman, respectivamente, Disneyland y Walt Disney World…”

Así comienza este mítico artículo de Royston Landau en el número 9 de la Architectural Design de 1973 goes West (cuyo eje principal versa en torno al viaje de alumnos de la Architectural Association a California), en el que Royston critica el planeamiento de los dos grandes “mundos” Disney, la idea de urbanismo propuesta y su modelo de ambiente hipercontrolado por un poder centralizado. Una de las intervenciones que se critican en el artículo es la creación de EPCOT [Experimental Prototype Community of Tomorrow] (que luego se inauguraría en 1982 como parque), que pretendía ser una ciudad utópica (ideada en parte por el mismo Walt) con viviendas (ya conocemos la experiencia pionera de la Monsanto House como casa del futuro), negocios y sistemas de transporte pioneros como el monorail (quién no ha visto el capítulo dedicado al monorail de los Simpsons!!!).

La idea de “modelo” de futuro es quizá la que más obsesiona al autor del artículo…


Sin embargo EPCOT no es ahora más que un parque temático (con todo lo que eso supone eso sí) más, cuya imagen más simbólica (la de un monorail y una cúpula habitable) no es más que un mal retroceso a Montreal 67 (observen las imágenes y decidan!!!). (En la de EPCOT Fuller fue al menos consultor).



Bibliografía:

Architectural Design 9/ 1973

http://es.wikipedia.org/wiki/Epcot

7.9.10

1969 Vanille Future [Haus-Rucker-Co]



“El futuro aparece frío para mucha gente. Lleno de robots crueles, rayos misteriosos y catástrofes artificiales. La manera en que nosotros vemos el futuro es de color amarillo brillante. Como un helado de vainilla. Refrescante, de olor dulce, suave. UN FUTURO DE VAINILLA.” (Haus-Rucker-Co)



Haus Rucker Co dulcifican la idea de futuro de tecnología que al final se rebela contra el hombre creador sin tener que prescindir de ella. En su instalación Vanille Future, presentan la tecnología bajo formas suavizadas, edulcoradas, atractivas para el usuario, dejando de lado el carácter maquinista y frío con el que se presentaban muchas de las opciones de futuro en esta época.


Bibliografía:

The Austrian Phenomenon. Architecture Avantgarde Austria 1956 73 [2010]

11.7.08

ARQUEOLOGÍA [1] DEL FUTURO [Introducción difusa]


Con Arqueología del Futuro[2] pretendo desarrollar un sistema de análisis de manifestaciones del pasado (ya sean culturales, sociales, artísticas, arquitectónicas…) que presenten un planteamiento o visión de futuro dentro del marco socio-cultural en el que se engloban (ya sea desde puntos de vista utópicos e incluso apocalípticos). Al igual que la ciencia de la Arqueología intentaré clasificar los pequeños micro-experimentos a realizar según una serie de categorías aún por determinar… algunos ejemplos o intuiciones…

La INSTANT-CITY[1968] de Archigram, que intenta convertir una red de pequeñas ciudades inglesas en metrópolis del ocio a través de una serie de camiones, zeppelines… que transportan todos los elementos necesarios para la transformación, se convierte en precursora de los grandes eventos, desde el Festival de Woodstock (1969), las ferias, el FIB de Benicassim… presentando el problema de reconversión de lugares para su mínima-máxima capacidad que pueden sufrir ciudades de la costa española como Benidorm.
Los sistemas tecnológicos que aparecen en películas de ciencia Ficción como y los cristales con tintado por voz del edificio de la Tyrrel Corporation o las pantallas sensoriales de por poner algún ejemplo de los muchos que existen en ellas y que tienen gran relación con tecnologías arquitectónicas. Por no citar ejemplos como la de los Smithson, la de Archigram o el robot diseñado por Isozaki para la exposición de Osaka`70.

El libro <1984[1948]> de George Orwell preconiza los problemas actuales de la tele-vigilancia y la política de control, sirviendo de icono incluso de programas de masa como , basados en la reproducción sin producción de la realidad…
El término "ciberespacio" proviene de la novela de
William Gibson "Neuromante", publicada en 1984.

Arqueología del Futuro pretende englobar una serie de experimentos que tienen mucha relación con el texto de Bruno Munari “Reconstrucciones Teóricas de Objetos Imaginarios” publicado en el número 7 de la revista FISURAS, que próximamente colgaré en el Blog.

“un día necesitaremos arqueólogos para que nos ayuden a adivinar los argumentos originales hasta de las películas clásicas” (William Gibson, Mundo espejo, Minotauro, 2004)

Texto de referencias arqueológicas: Renfrew, C. y Bahn, P. (1993), Arqueología: teorías, métodos y práctica, Madrid: Ediciones Akal.

[1] Arqueología. f. Ciencia que estudia lo que se refiere a las artes, a los monumentos y a los objetos de la antigüedad, especialmente a través de sus restos.
[2] Fredric Jameson, Archaeologies of the Future: the Desire called Utopia and other Science Fictions (Verso, 2005)