
Según Ted Bakewell y Mike Jantzen su vehículo autónomo para vivir concretiza las bondades del Sueño Americano de la casa del Futuro: energéticamente autosuficiente, competitivo económicamente, correcto ecológicamente y más confortable que la vivienda media americana. Un excepcional existenz minimum que permite a dos personas saborear el equilibrio entre hombre y naturaleza.