La experimentación de Joe Colombo en relación a la búsqueda de autonomía y funcionalidad de los objetos de “mobiliario” dentro del espacio doméstico se expresa casi como un manifiesto en dos de sus diseños de principios de los años sesenta. Tanto la “Micro-cucina Carrelone” (1963) como el “Personal Container” (1965) exploran la compactación máxima de dos programas domésticos como son la cocina y la zona de esparcimiento después del trabajo. Es interesante comprobar cómo ambos “muebles” experimentan también con la personalización de los objetos dentro de la vivienda compartida, ya que la micro-cocina está pensada para “satisfacer el hobby masculino de la gastronomía”[1] y no para convertirse en la cocina principal de una vivienda y el mueble contenedor "diseñado para crear una zona personal en un salón, resume y condensa en sí mismo toda una habitación"[2]. La reducción de un programa a un objeto presenta en estos proyectos de Colombo el concepto de “compacto”, mobiliario que a través de su superficie exterior equipa un espacio.
[1] “Questo mobile contiene tutta l’atrezzatura
necesaria per soddisfare l’hobby maschile della gastronomia, dice l’autore”
“Una cucina minima su
ruote, disegnata da Joe Colombo”, Domus
09/1964, nº418, 1964, p.24.