En sólo tres años, Sottsass
sustituye su discurso de desaparición del objeto por el de una búsqueda de
identidad en el paisaje doméstico a través del significado.
"En cualquier caso, la idea es que todo el mundo empieza a crear
en torno suyo a partir de de lo más
inesperado y fantástico, porque la creación del lenguaje es el primer derecho
de todos, aunque intentemos impedirlo, negarlo"[1]
(Sottsass, 1969, p.54)
La búsqueda de esa capacidad
de lo semántico por parte de Sottsass le lleva al cambio de escala figurativo
en sus muebles formalizados como pequeños edificios. Su “Mausoleo” (1969), expuesto en la exposición de Estocolmo, es un
módulo exento de almacenaje y sofá integrado, coronado con cuatro de sus
lámparas “Asteroide” y una estatua de Buda en el centro como si fuera un templo
budista a escala reducida. Ese carácter litúrgico es detectado también por
Emilio Ambasz en sus “Superbox”, al
incluirlos en la exposición relativa a los nuevos paisajes domésticos:
"Reconociendo que el objeto en
nuestra sociedad a menudo sirve como un fetiche, algunos diseñadores tratan de
subrayar esa cualidad mediante la asignación de sus diseños de una calidad
explícitamente ritual. Se le da forma escultórica al objeto tal como lo concibe
como un retablo para la liturgia doméstica"[2] (Ambasz, 1972, p.94)
[1] “Ad ogni modo
l’idea é che tutti cominciano a crearsi intorno l’ambiente più imprevisto e
fantástico; perché la creazione del linguaggio é il primo diritto di tutti,
anche se continuamo a impedircelo, anzi, a negarcelo”
Sottsass Jr,
Ettore: “Sottsass a Stoccolma” en: Domus 05/1969, nº474, pp.49-54.
[2] “Recognizing that the object in our society often serves as a
fetish, some designers underscore that quality by assigning to their designs an
explicitly ritualistic quality. The object is given sculptural form as
conceived as an altarpiece for the domestic liturgy”
Italia: the New Domestic Landscapes,
p.94.
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