La transferencia de estrategias y herramientas entre arte y
arquitectura a partir de los años sesenta también tiene su reflejo en la
construcción de arquitecturas virtuales a través de la experimentación en la
generación de ambientes sensoriales. Muchos de los ejemplos de experiencias
arquitectónicas relacionadas con ambientes audiovisuales tienen sus
correspondientes experiencias artísticas derivadas.
Si en
1966, Lucas Samaras expone en el Albright-Knox Art Gallery, su obra “Mirrored Room”, una sala cuyos todos
los elementos, las paredes, el suelo, el techo e incluso los objetos de
mobiliario como una mesa están recubiertos de material reflectante de espejo,
de manera que todo se refleja en todo y todo refleja todo a la vez, sugiriendo
un espacio infinito, homogéneo pero confuso a la vez, un efecto utilizado ya en
1965 por Yayoi Kusama para su “Peep Show ”,
una sala hexagonal también recubierta de espejos a la que la artista japonesa
superpone un techo de bombillas que se convierten en el patrón de repetición
del espacio infinito generado por los espejos.
Como texto de referencia de ambos proyectos se ha
consultado:
Battcock, Gregory: Minimal Art: A
Critical Anthology, University of California Press, Los Ángeles California,
1968.
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