Por otra parte, las propuestas de excavación del terreno
encuentran en el urbanismo subterráneo, un gran aliado, en su lucha de
generación de ciudades enteras con un impacto visual mínimo a primera vista. Michel
Ragon, como gran defensor prospectivo del mismo, encumbra el proyecto de 1962 de
Paul Maymont “Paris sous la Seine” como
alternativa de futuro del mismo. En el mismo, Maymont proyecta una ciudad
lineal subterránea de hasta 12 niveles bajo el Sena, siendo el río el camuflaje
perfecto para esta propuesta de densificación de la ciudad de París. A pesar de
que esta propuesta no tiene unos objetivos de mínimo impacto en el territorio,
esta sistemática será utilizada en numerosas ocasiones como estrategia de mímesis
frente a paisajes desbordantes. La misma estrategia es utilizada en 1964 por
Raimund Abraham en su “Glacier City”, de la serie “Linear Cities” o en varias
versiones del “Movimiento Continuo” (1969-70) y la “Supersuperficie” de
Superstudio, así como en la “No Stop City” de Archizoom. La búsqueda de una
vuelta a un estado anti-arquitectural lleva a estos proyectos a testar
estrategias de camuflaje en las que la malla continua que los fundamenta a
todos ellos, se convierte en un elemento natural incorporado al paisaje mediante
un sistema de reflejos, utilizando sistemáticas derivadas del desarrollo del
Land Art desde principios de los años 60. En todas ellas, la ciudad-río,
satisface las estrategias de desarrollo lineal, incorporándose a su vez al
paisaje circundante de manera natural.
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